Lucir relojes de alta gama suizos es sinónimo de poder y elegancia, es un club prácticamente cerrado para millonarios, ya que son ellos los que tienen el placer de poseer colecciones valoradas en miles de dólares de estas maravillas confeccionadas exclusivamente a mano.
Es de suma importancia conocer que existe un riguroso proceso y reglas para obtener un certificado de origen (sí, así como los vinos), con esto me refiero a leer normalmente en la parte baja de la esfera situado a ambos lados del dígito 6 ó VI la frase “Swiss Made”, dos palabras que no se limitan a darte a conocer solo su lugar de fabricación, es la garantía de un buen funcionamiento, precisión y fiabilidad en un reloj.
Muchos desconocen el poder de esa frase y lo influyente que es a la hora de obtener hasta un 50% adicional de su valor original en un mercado secundario.
¿Qué está pasando?
Durante pandemia muchos de los consumidores de bienes de lujo y alta gama, invirtieron los fondos que normalmente empleaban en viajes y entretenimiento en activos alternativos como tokens o relojes no fungibles. Parecía ser buena opción al ver la mezcla de los mercados bursátiles más el posicionamiento de las criptomonedas.
Lo que no esperaban del inicio de este 2022 fue el tambaleo de los mercados, la inflación creciente, tensiones geopolíticas latentes, llevando el cambio de rumbo de los inversionistas a preferir algo más tangible, como un Rolex Daytona.
Cifras reales
Al cierre del 2021 se logró 22.300 millones de francos suizos (un 2.7% más que en 2019 Vs. un 31.2% con el 2020), en exportaciones de relojes suizos según el reporte final de la Federación de la Industria Relojera Suiza.
Las regiones más importantes en la importación de relojes de alta gama suizos son Estados Unidos y Asia, sin embargo, el coqueteo de un mercado bajista, Bitcoin perdiendo alrededor del 70% de su valor desde noviembre, las tasas de interés más altas, la ausencia de pagos de estímulos y la inflación galopante están jugando un papel importante.
Los cierres por cuarentena en China y la menor cantidad de compradores rusos también pueden haber aumentado la oferta, son algunos de los factores que acompañan y explican la cautela de muchos compradores hoy en día.
Mercado secundario
Los precios estimados marcan alrededor de un 25% por debajo de sus picos. Aquí se incluyen transacciones privadas por lo que es posible no ver reflejadas las cifras reales en la información disponible en el mercado.
Deflación
La demanda en piezas nuevas y otros artículos de lujo se sostiene, pero en el mercado secundario de relojes expertos indican que se marcaron históricos máximos solo por la combinación de ganancias criptográficas y bursátiles, especulación y efectivo de los estímulos, y que dicho auge no va a ser duradero.
El precio promedio de un Rolex sigue cayendo desde abril de este año.
Si bien es cierto que la corrección del mercado secundario te hace pensar que puedes llegar a comprar más barato no necesariamente te será más fácil conseguirlo.
Igual no es secreto que las listas de espera para modelos nuevos son por lo menos dos años. A parte de que comprar un Rolex directamente en una tienda para muchos es una experiencia de vida.
Consumo selectivo de alta gama
La posibilidad de una recesión, más la temporada de gastos por vacaciones de verano, según expertos son algunos de los factores que están influyendo en que los consumidores están enfocados en compras de primera necesidad y no de lujo.
Las casas de bienes de lujo para la segunda mitad del año mostrarán los comparativos contra el año 2021, donde las ventas aumentaron significativamente y la realidad actual para sus inversionistas quizás no sean muy alentadoras.
Quedando como posible salvador China, que demostró tan solo a una semana despues de relajar las reglas de cuarentena, una subida en las acciones de lujo demostrando su poder e influencia en la economía global.
Nosotros en Canalsecurities contamos con expertos para brindarle un oportuno asesoramiento, antes de incluir estas acciones de lujo en su portafolio personal.
Fuentes: www.bloomberg.com / www.fhs.swiss / www.swissinfo.ch
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