Todas las instituciones financieras, de una forma u otra, son los intermediarios entre aquellas personas que tienen recursos financieros y aquellos que requieren recursos financieros. Un banco, no es mas que un intermediario entre el que tiene dinero y busca ahorrarlo, y el que necesita esos ahorros para ponerlo a trabajar en su negocio o empresa. El feliz resultado de esa intermediación será, un ahorrista recibiendo un rédito que viene del costo que paga el prestatario por la utilización del dinero.
Las instituciones de inversión no son diferentes, reciben dinero del cotizante o inversionista, y lo colocan en empresas o inversiones que generen un retorno adecuado, que retribuya el riesgo y la paciencia del inversionista. Y dependiendo de los objetivos del inversionista, hay diversos tipos de instituciones o fondos de inversión. Así, los que buscan ahorrar para lograr una jubilación decente y duradera, invierten en fondos de pensión. Los que buscan retornos menos distantes se involucran con fondos de inversión de crecimiento. Y así.
Del otro lado de la moneda, los fondos que reciben esos dineros del público deben tener planes y estrategias de cómo y dónde invertir ese dinero. Buena parte de esa decisión depende a la vez de los objetivos que buscan los propios ahorristas en ese fondo.

Entonces para empezar, la construcción de una cartera de inversión depende de los objetivos del fondo. Una cartera de inversión diseñada para un fondo de pensión será muy diferente que aquella diseñada para un fondo agresivo de crecimiento. Y las diferencias no necesariamente están en las clases de activos en que se invierte. Me explico mejor.
Un fondo de pensión normalmente es un vehículo de inversión a largo plazo y con énfasis en crecimiento seguro. Pero al mismo tiempo, son fondos donde regularmente hay que liquidar activos para ir sufragando las pensiones de aquellos que se retiran del fondo. Un fondo soberano, como el Fondo de ahorro de Panamá, es un fondo cuyo objetivo es dar al país un colchón de seguridad en caso de eventualidades o desastres. Así, la filosofía del fondo es preservar el capital invertido, pero con una rentabilidad segura. Este tipo de fondo no tiene erogaciones periódicas como un fondo de pensión, más bien tiene entradas. Otro tipo de fondos tiene otros objetivos de inversión y otros perfiles de liquidez. Y su política de inversión se diseñará acorde con sus características.
Ahora viene lo mas delicado de ensamblar una óptima cartera de inversión. ¿Qué activos seleccionar, en qué proporciones respecto al total y sobre todo cómo esa combinación puede producir una ecuación de riesgos y retornos optima para el fondo? A menudo se compara este proceso como si fuera un “cake” pero no lo es. Un “cake” tiene ingredientes y proporciones inamovibles y tiempos de horneado determinados de donde sale un producto estándar. Los buenos reposteros son meticulosos y fanáticos de las medidas y los tiempos. Lo que amasan y hornean es fantástico, pero si se va la luz , o le abrieron el horno antes de tiempo, la cosa no queda bien.
Como es fin de año y fiestas de comer, me perdonan la osadía culinaria. Afirmo sin arrepentirme, que construir una cartera puede parecerse más a elaborar un buen “sancocho” donde la calidad de los ingredientes es importante pero variables y las proporciones no son fijas. Igual los tiempos de conocimiento varían y siempre hay que estar ajustando los condimentos para lograr el caldo perfecto. Además, como todos sabemos hay muchas variantes y versiones del sancocho buscando siempre el resultado ideal.
En finanzas, ese caldo perfecto cambia todos los días dependiendo de las condiciones del mercado. Así, la gestión profesional de carteras de inversión es una ocupación absorbente y constante, donde la combinación de los factores puede modificarse para lograr el resultado deseado. Como el buen “sancochero”, si no tiene el ñame baboso o las gallinas viejas, recurre a otros proveedores y a ingredientes complementarios para lograr ese sopón alucinante.
En el próximo número, me alejaré del fogón del año Nuevo y abordaré el tema, sin cucharas ni culantro, y un poco más de ciencia.
Feliz Año.
¿Te interesa saber más? ¡Escríbeme aquí!
Consultas Mr B.
"*" señala los campos obligatorios
